HARRY STYLES-HARRY’S HOUSE (LA INTIMIDAD DEL HOMBRE PÚBLICO)
Written by Luis Rockdriguez on mayo 26, 2022
Sí hiciera retrospectiva, la primera imagen de Harry Styles que encuentro en mi mente es la de su versión más joven -plasmada en una impresión poco clara en una toalla en venta en un puesto callejero. En su día, One Direction fue algo enorme. Juguetes, películas, apariciones en programas de televisión. Cinco muchachos embutidos en la horrible moda de la época, con peinados a la par y un trato en medios que terminaba por consolidarlos cómo La boy band del momento.
De entre todos estos adonis en etapa de post-pubertad, irradiaba con especial luz la figura de cabello alborotado y voluminoso de Harry Styles. Había algo con él que con sus compañeros de banda (con la misma efervescencia) no, una preferencia basada en el cariño, el talento o la presencia, por alguna razón; por sobre los demás, su cara la veía con más constancia. Tanto así que cuando lo ví plasmado de cuerpo completo en una toalla en un tianguis, atisbé finalmente qué el rostro y nombre del muchacho greñudo se clavaria más en la memoria colectiva que otros músicos contemporáneos suyos.
Siendo parte de su proceso cómo agrupación One Direction terminaba. Sus componentes se dispersaban en distintas trincheras y fue Harry quién, cómo legado mayor y posible emblema absoluto de la deshecha banda, se quedó con todo el vigor mediático de las grandes cúpulas del Pop.
Años curiosos en los qué el Reguetón se comió la industria, el solista popular por excelencia; Justin Bieber, enloquecía y se retiraba en medio de polémicas vergonzosas, junto a Hits esporádicos de Bruno Mars, Pharrel Williams y, más adelante, sobresaliendo un dotado The Weeknd. El Trap masificado que comenzaba a abarcar cada vez más espacio, muchos elementos al mismo tiempo que competían -paulatina pero agresivamente- con bandas de K-Pop que acaparaban todo el reflector. Y, aunque ya con un primer trabajo bajo el brazo, apareció Harry Styles y enseñó una obra que le daría la consolidación oficial cómo una estrella en toda la extensión de la palabra, Fine Line.
HARRY’S HOUSE
Harry Styles con Fine Line se colocó cuan alto era posible llegar. Cualquier estadio quedándose chico a su presencia, su ser acarreaba multitudes, inspiraba respeto y admiración por méritos propios. Y a ese monstruo acostumbrado a la carga enérgica de cientos de miles de almas aclamando su nombre, se le encerró sin derecho a réplica en una casa donde, durante la pandemia, se vería obligado a mirar adentro suyo. Fulminado por este regreso a tierra, compuso un disco íntimo y que le reinventa; Harry’s House.
Un álbum más interesante aún si se considera el origen de su artista, la soledad del absoluto éxito, las caretas de la simpatía, pertenecer al medio desde niño, la lucha por la relevancia, la cuarentena y que también, no solo como pasión, Harry entiende a la música cómo un sistema de fabricación a cuál comprende en sus modos y sabe moverse en ella.
En una entrevista reciente y lanzada en el transcurso de los días que fue subido el álbum, Harry ofreció una entrevista de la cual salvo este fragmento:
Es un mundo donde todos quieren ser amados. Y dentro de esa música hay una industria donde todos quieren ser amados. (…) Lo que creo que es tan emocionante y peligroso de esta industria es que pones tanto amor en la industria, qué es tan voluble. Y qué te devuelve el amor cuando tienes éxito. Y sino. Simplemente estas fuera. Es comprensible. Pero es realmente aterrador, porque cuando te vas es cómo: ‘Nadie hablara de mi’, ‘¿A quién le importó? ´
(…) Porque la mejor gente, quienes son unicornios musicales. Que han estado en la cima. Y se han ido y nunca los vuelves a ver. Durante mucho tiempo estuve aterrado de lo que sería de mi vida no haciendo música, ni dando shows, luego te enfrentas a una época donde no puedes hacer eso. (…) Y tienes que dejar de ser un músico y comenzar a ser un amigo, un hermano y un hijo.”
-Harry Styles.
MUSIC FOR A SUSHI RESTAURANT
Mi primera impresión es que Harry escuchó en la pandemia toneladas de City Pop, Funk Americano y Radiohead. Audaz, cómo siempre ha sido, eyacula un sonido de influencias inmensamente enraizadas, tan distintas entre sí cómo del pop -tipo Michael Jackson- con el que Harry termina por complementarlo todo. Estrafalaria y enérgica, ya de inicios, se nos da una bofetada que nos obliga a agudizar bien los oídos ante un palacio que se va abriendo y desvelando a nuestro paso.
Así cómo Thriller para Jackson, el sonido se escucha cómo dinero, una producción dinámica, interesante e impecable. El pop en su mejor sentido.
LATE NIGHT TALKING
Una tonada de pop exitosa en su manufactura, un vestigio de One Direction aquí presente. Elevándose desde sus orígenes. Una búsqueda por dar gusto al admirador inexorable, que con estilo y gracia da tajada a un Harry experimental.
GRAPEJUICE
Así cómo pierde el vuelo con los vicios de formas del pop de boy band, remonta y se sublima cuando Grapejuice va enfilando su afabilidad en la barra de reproducción desde sus primeros segundos. Un rotundo trance. Delicada cómo un diente de león que se deshace. Bajo, batería, teclados y guitarras. Harry resplandeciente y hermoso.
AS IT WAS
No cuesta entender porque fue escogida As It Was, entre todas, para ser el sencillo que adelantara el álbum. Una perla de brillo inherente, emotiva, bailable para las masas, y, a su vez y en su respectiva forma, profundamente personal para Harry y quién le escucha. Observándose a sí mismo cómo alguien diferente, Harry nos lo cuenta cómo si fuéramos un buen amigo. Con miedo y al borde del llanto, motivado, con ganas. Nos revela quién es hoy, dónde ha estado y, con valentía, confronta qué -aún sí lo que ahora es no gusta-, o incluso si él lo quisiera, no podría volver a ser igual a lo que alguna vez fue.
DAYLIGHT
Una canción tramposa en el buen sentido. Una pista que contonea sus caderas cómo una bailarina de cabaret y, qué lejos de usar los ritmos para erotizar el ambiente, un canto de textura carente de malicia nos lleva a una habitación repleta de persianas blancas sacudidas por un viento poderoso. Un cielo de azul turquesa fuera y luz que proviene de todos lados.
Sí bien aparenta una asomada al momento del día en que Harry es pleno, la letra habla de cocaína con la cabeza baja y en una pose de derrota.
Harry, así cómo Lou Reed alguna vez de la heroína o Saúl Hernández clamando “Piedra, déjame piedra”, dice:
Luz del día, me tienes maldiciendo la luz del día. Luz del día, me tienes llamando los viejos tiempos. No voy a dormir hasta la luz del día.”
-Harry Styles.
LITTLE FREAK
Una vuelta más al vicio coreable que empapa -a la fecha- toda la carrera de Harry Styles. Aunque el elemento tan grave del inicio y la entrada de la banda de una expectación a más: la canción se resuelve con una construcción en extremo estándar. No siendo ni de cerca mala, sí que es una pena, por las capacidades que Harry demuestra tener en este trabajo cómo compositor e interprete, el hecho de que vuelva a lo que conocemos y de lo que ya hemos escuchado mucho.
Sin embargo, todo se le perdona cuando termina Little Freak y viene…
MATILDA
Una canción que se siente cómo un día de campo observado tras la mirilla de la nostalgia. Letras sensacionales, una instrumentación precisa y una interpretación cargada de sensaciones que es capaz de quebrantar la garganta hasta de quién no sabe inglés y no entiende que está diciendo.
CINEMA
Una pieza para bailarse con el cabello suelto y dejarse llevar. Un divertimento auditivo qué ésta ahí para gozarse.
DAYDREAMING
Una epifanía revelada en el éxtasis de las luces en una fiesta enorme y animada. SABROSA, SENCILA y DISFRUTABLE.
KEEP DRIVING
Una canción sobre la resistencia y la esperanza, pero también de la incertidumbre y las intermitencias de la convicción. Sobre las relaciones humanas, el amor y la vida moderna, la pregunta constante e imposible de escapar: ¿Deberíamos seguir?
SATELLITE
Del sonido rock indie pop, Harry toma sus mejores elementos y se despliega a sus anchas por una estética sonora que nos remonta a Boy Pablo y que, trastocada por segmentos del estilo de Harry, un ciclón de guitarras, teclas y golpes de batería en el final crean, de una noche destinada para apreciar centellear la luna, un caos primoroso y cromático.
BOYFRIENDS
Nunca tan personal, y no por hablar de novios, tocando su bisexualidad más abiertamente que nunca, sino por hablar del alcoholismo, el engaño y la soledad. Los demonios personales y un sentimiento de desengaño atroz que acompañan al éxito arrasador qué, hasta la fecha, vive y le sigue. La soledad de la habitación de un hotel a oscuras, un corazón sinceramente roto. Se admite humano y en ese sencillo acto, también se convierte en un espejo -o hueco- que nos enseña en su fondo lo que el escucha lleva encima.
Un abrazo sonoro grupal de inquebrantable empatía.
LOVE OF MY LIFE
Una canción de amor donde Harry fluye, se entiende con las formas y termina, con mucha clase, su última invención. Unas notas de piano acariciadas que se nos dejan caer con la pesadez de un telón de cachemira o los clics correspondientes a una puerta cerrándose. Puerta de una casa por donde se nos dio un tour minucioso en el que se revelaron las más profundas pasiones, delirios, inquietudes y pesares de su único habitante.
Antesala del disco, Harry tocó este año (2022) en el festival Coachella. Siendo la nueva entrada a los conciertos multitudinarios, con escenarios más pequeños a los que acostumbró tocar en su última gira. Al respecto, en la misma entrevista, el entrevistador pregunta por el cambio de atmósferas y la diferencia de experiencias de tocar en estos lugares. A lo que Harry dice, refiriéndose a tocar en estadios enormes:
Estás tan lejos de cada individuo.”
Dicha declaración es la pieza que termina por alisar los contornos del rompecabezas.
Dejando en claro que las intenciones de Styles con sus últimas presentaciones y el disco, es acercarse a la gente, dejarse de distancias y unirse plenamente a la celebración, aún sí eso significa permitir entrar a extraños a su hogar y evidenciar quién realmente es.
La fortaleza de Harry’s House yace en la personalidad encantadora de su creador, su perfeccionismo y profesionalidad, los recursos con los que cuenta y de qué manera son invertidos.
Aunque cobardes los momentos tras sus nuevas andadas en los que regresa el pop que ya le conocemos bien, son las piezas distintas las que mejor perduran y añejan en la mente. Ya que Harry no es solo calidad prestablecida, sino también altura, ímpetu, excitación, virtud y buenas vibraciones.
Cantando desde un alma que se desborda por las orillas, amparado por una banda talentosa y cientos de millones de ojos que le siguen atentamente.
Harry ha dicho que reconoce que la visibilidad no es lo mismo a éxito, qué un trabajo con el cual sentirse conforme es más importante aún que todas las reproducciones habidas y por haber en todas las plataformas.
Más allá del estallido mediático que dará seguidilla a los meses que Harry sacó el álbum y girará por el mundo, lo último que hay por rescatar es el obsceno número que las canciones recolectaran en todos los servicios. Negado al juego pop; lo más valioso ya está ahí. Y estará representado por el valor incomparable en la luz que cada una de estas canciones es capaz de dar al mundo.
La celebridad descomunal viéndonos de cerca y con afinidad, retirándose el velo y bailando entre nosotros cómo pocos artistas que se han animado a bajar los escalones del podio más alto. Una experiencia fresca y enternecedora.
Un álbum que NO debes dejar pasar, un nueve.
Fuentes:
Entrevista referenciada:
Luis Rockdriguez
S U B V E R S I V O
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